El Mundo de las Maravillas.

Lugar de sueños imposibles. Deseos prohibidos. Secretos inconfesables. Estrellas fugacez. Palabras irrepetibles y gritos silenciosos. Bienvenido al Mundo de las Maravillas(:



martes, 25 de diciembre de 2012

Ángel

Ángel, con los ojos inyectados en rencor, su cara era de pesadilla, tuve la suerte de no presenciar esa noche, si todo esto hubiera sucedido en otro lugar, en otro momento, quizás todo esto sería diferente. Por lo que supe, te dirijiste hacía él, sin ninguna delicadeza, no eras tú, lo sé; si hubieras sido tú habrías intentado hablarlo, te habrías pegado cabezazos contra la pared hasta entender el por qué de está situación. También sé que no encontrarías la razón, no puedo culparte de lo que sucedió esa noche, fuimos tan culpables tanto tú como yo. Lo acorralaste contra una pared y empezaste a golpearle, sin compasión, te intentaron detener pero habías perdido el control, el dolor acumulado era demasiado. Llorabas, gemías y te descargabas, con toda tus fuerzas, sabías que la persona que tenías delante no era la culpable, todo fue tan contradictorio, lo recuerdo como si hubiera estado allí, mirándote a los ojos. Consiguieron pararte, no sabían si era demasiado tarde para el pobre inocente al que habías destrozado, apenas podían reconocer sus rasgos y tú ya no tenías expresión, eras un folio en blanco. Me llamaron de inmediato, me contaron todo lo que habías hecho, al principio no lo creí, luego te ví, con las manos ensangrentadas y supe que todo había sido muy real y que no lo evite. Insististe en hablar conmigo y en pedirle perdón al que se iba en la ambulancia, recuerdo esa conversación, recuerdo nuestras miradas, tu arrepentimiento y el mío unidos. Desde entonces hicimos una promesa que no pensamos romper por nada del mundo:

Yo no besaré otros labios que no sean los tuyos, por mucho que te odie en ese momento.

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